Español
En esta ocasión tuvimos la oportunidad de entrevistar al Dr. Jaime Leal, quien luego de haber llegado a Canadá desde el 2010, nos platica cómo fue que inició el riding club de motociclistas latinos.
¿Cómo nace la comunidad latina de motociclistas?
En México yo siempre he corrido motocicletas, en un principio corrí motocicletas enduro, luego fui presidente de un moto club de enduro llamado “El moto club cimarrón” y allí estuve pues varios años en Monterrey como presidente. Ahora que estoy en Canadá y que ya han pasado unos años y he pasado todo ese espacio de acoplamiento a la cultura canadiense y después de que comenzó a despegar el negocio, que siempre ha sido un reto, ahora tengo la oportunidad de tener motocicleta.
Se me ocurrió después de salir varias veces con amigos canadienses y de otras nacionalidades, que tal vez podría haber otros hispanos o latinos que quisieran este estar en motocicleta o que tal vez ya tenían motocicleta. Entonces lancé un llamado en las páginas de Facebook en los distintos grupos que hay y comenzaron a llegar, primero me reuní con un par de ellos, con uno y luego otro y luego nos fuimos poniendo de acuerdo con más y pues bueno ahí es como se ha formado el grupo.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la comunidad latina de motociclistas en Ontario?
Hoy muchas de las personas que llegan de otros países piensan que conducir una motocicleta aquí es como conducirla en México, Guatemala o como en Argentina y pues no, es muy diferente ya que existen regulaciones muy específicas que nuestros países que en ocasiones no se cumplen, pero aquí en Canadá sí.
Existe el reto de que no es económico tener una motocicleta, es un vehículo de esparcimiento, de diversión, no es vehículo de transporte regularmente, sobre todo porque en la época de invierno lo tienes que guardar y no lo puedes utilizar.
¿Cuál es el objetivo principal de su comunidad?
Para mí, básicamente reunirnos, pasar tiempo juntos y contactar con los latinos, con los hispanos, que siempre es bonito y pues generar pues un grupo de amigos con un gusto afín, que en este caso son las motocicletas. Cabe mencionar que salimos con nuestras esposas también, entonces es una actividad familiar.
¿Cuántos miembros conforman actualmente la asociación?
Actualmente tenemos un grupo central dónde somos siete personas, pero hay más personas que se están moviendo a raíz de que estamos saliendo más y contactando con más latinos. De esos siete, en ocasiones llegamos a ser entre doce a quince personas que nos reunimos, pero pues bueno, a veces unos pueden y otros no, lo cual es normal. También, quisiera aclarar que no se trata de un moto club, sino un Riding Club, ya que un moto club autoritario tiene regulaciones muy específicas que es otra cosa que hay que aprender en Canadá. Los clubes de motociclismo están bien regulados, mientras que el riding club es un grupo de amigos, entonces somos un grupo de amigos y personas con un gusto afín, que es salir a pasear.
¿Qué es lo que más te apasiona de la asociación de motociclistas?
Me gusta mucho el hecho de estar en contacto con amigos que hablen el mismo idioma y tenemos miembros de Colombia, Guatemala, España, México, Ecuador y Perú actualmente, pero pues obviamente estamos abiertos para que todos los que quieran llegar. Todos los amigos latinos que quieran unirse para dar una vuelta no hay una restricción.
¿Cómo puedo ponerme en contacto con la asociación si tengo más preguntas o estoy interesado en colaborar con ellos de alguna manera?
Hay un miembro muy activo en el grupo que se llama Efraín a quien le decimos “El Horno” él es el dueño del Restaurante Taco Embassy, y bueno pues ahí nos reunimos en el restaurante y de ahí salimos a los paseos, regularmente en sábado o en domingo. Lo que pueden hacer es pasarse al Taco Embassy ahí en St. Catharines, los dueños de ahí están en el grupo, tanto Efraín que es el dueño, como sus hijos que están atendiendo el lugar; Alexis, Alberto y Rufino, todos están en el club de motociclismo, entonces regularmente pues si quieren ir ahí al Taco Embassy en St. Catharines y preguntar, con todo gusto, o también llamar por teléfono ahí y decir “oye yo tengo moto y quiero unirme” y ya pues nomás echar un fonazo ahí a Taco Embassy
Bringing Cultures Together on Two Wheels:
The Story of the Latino Motorcycle Club in Canada
English
This time, we had the opportunity to interview Dr. Jaime Leal, who, after arriving in Canada in 2010, tells us how the Latino motorcycle riding club got started.
How was the Latin motorcycle community born?
In Mexico, I’ve always been involved with motorcycles. Initially, I rode enduro motorcycles and was the president of an enduro motorcycle club called “El Moto Club Cimarron” in Monterrey for several years. Now, being in Canada, after some years and the process of acclimating to Canadian culture, and with the business taking off, which has always been a challenge, I finally had the opportunity to own a motorcycle. After going on rides with Canadian and other international friends, it occurred to me that there might be other Hispanics or Latinos who would like to be part of the motorcycling community or perhaps already had motorcycles. So, I put out a call on Facebook pages in different groups, and people started to respond. I met with a few of them, one by one, and then we gradually coordinated with more people, and that’s how the group was formed.
What are the main challenges faced by the Latin motorcycle community in Ontario?
Today, many people who come from other countries think that riding a motorcycle here is the same as riding in Mexico, Guatemala, or Argentina, but it’s not. There are very specific regulations in Canada that are different from our countries, and they must be followed here. There’s also the challenge that it’s not cost-effective to own a motorcycle here. It’s a recreational vehicle, primarily for fun, not a regular mode of transportation, especially because during the winter, you have to store it and can’t use it.
What is the main goal of your community?
For me, it’s primarily about getting together, spending time with each other, and connecting with Latinos, Hispanics, which is always nice. It’s about building a group of friends with a common interest, in this case, motorcycles. I should mention that we also ride with our wives, so it’s a family activity.
How many members are currently in the association?
Currently, we have a core group of seven people, but there are more people getting involved as we ride more and connect with more Latinos. Out of those seven, we sometimes have between twelve to fifteen people who join us for rides, but, of course, it varies. I also want to clarify that we are not a motorcycle club, but a Riding Club, as a traditional motorcycle club has very specific regulations that are different and need to be learned in Canada. Motorcycle clubs are highly regulated, whereas a riding club is a group of friends. So, we are a group of friends with a common interest, which is going for rides.
What do you love most about the motorcycle association?
I really enjoy being in touch with friends who speak the same language. We currently have members from Colombia, Guatemala, Spain, Mexico, Ecuador, and Peru, but we are open to anyone who wants to join. There are no restrictions for any Latino friends who want to go for a ride.
How can I get in touch with the association if I have more questions or am interested in collaborating with them in some way?
There is a very active member in the group named Efraín, whom we call “El Horno.” He owns the Taco Embassy restaurant, and we usually meet there before heading out on rides, typically on Saturdays or Sundays. You can visit Taco Embassy in St. Catharines. The owners of the restaurant, Efraín, and his sons Alexis, Alberto, and Rufino, who are all in the motorcycle club, are usually there. So, if you want to join, just head over to Taco Embassy in St. Catharines and ask them. You can also call them and say, “Hey, I have a motorcycle and want to join,” and they’ll be happy to assist you.
