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Continúa creciendo el apoyo en América del Norte para tener una semana laboral estandarizada de cuatro días, la cual no solo es apoyada por los empleados sino también por los altos directivos.
Según datos de una encuesta realizada por la agencia de contratación Robert Half Canada, el 91 por ciento de los altos directivos de diferentes organizaciones con más de 20 empleados estaban a favor de “algún tipo de semana laboral de cuatro días”.
De los 1,449 gerentes encuestados, el 45% apoyó la idea de una semana laboral “comprimida”, en la que sus equipos trabajarían 10 horas al día durante cuatro días consecutivos.
Además, Robert Half encontró en una encuesta a trabajadores que el 70 por ciento de estos estarían dispuestos a cuatro jornadas laborales de 10 horas a cambio de un día libre adicional cada semana.
En Toronto, varias empresas han adoptado este modelo con gran éxito, reportando una mejor satisfacción laboral, productividad y retención de empleados.
Empresas como Unilever en Nueva Zelanda, Microsoft en Japón y la startup estadounidense de tecnología financiera Bolt saltaron a la tendencia temprano con este tipo de sistema laboral.