El Gobierno de Canadá ha presentado el Proyecto de Ley C-3 con el objetivo de reformar la Ley de Ciudadanía y corregir las injusticias derivadas del llamado límite de primera generación, una restricción que por años ha impedido que muchos hijos de ciudadanos canadienses nacidos en el extranjero accedan a la ciudadanía canadiense.
¿Qué es el límite de primera generación?
Según la legislación actual, solo los padres canadienses nacidos o naturalizados en Canadá pueden transmitir su ciudadanía a hijos nacidos fuera del país. Esto significa que los ciudadanos que nacieron fuera de Canadá y obtuvieron la ciudadanía por descendencia no pueden pasarla a sus propios hijos nacidos en el extranjero, ni solicitar una ciudadanía directa para hijos adoptados en el exterior.
Esta regla ha sido especialmente dura para familias canadienses que, por razones personales o laborales, viven en el extranjero por períodos prolongados.
Un cambio constitucionalmente necesario
El 19 de diciembre de 2023, el Tribunal Superior de Justicia de Ontario declaró que partes esenciales del límite de primera generación son inconstitucionales. El gobierno federal decidió no apelar la sentencia y, en su lugar, propuso el Proyecto de Ley C-3 para abordar estas deficiencias legales y proteger los derechos de los ciudadanos canadienses y sus hijos nacidos en el extranjero.
¿Qué propone el Proyecto de Ley C-3?
Esta legislación tiene dos objetivos principales:
- Restituir la ciudadanía a cualquier persona que hoy sería ciudadana si no fuera por el límite de primera generación o por normas obsoletas de leyes anteriores.
- Establecer un nuevo marco de ciudadanía por descendencia, que permita el acceso a la ciudadanía más allá de la primera generación, si el padre o madre canadiense demuestra una conexión sustancial con Canadá.
¿Qué es una “conexión sustancial con Canadá”?
Para transmitir la ciudadanía a sus hijos nacidos o adoptados en el extranjero, los padres canadienses nacidos fuera del país deberán demostrar haber vivido al menos 1,095 días (tres años) en Canadá antes del nacimiento o adopción del menor.
La situación de los “canadienses perdidos”
El término “Canadienses perdidos” se refiere a personas que, debido a disposiciones legales antiguas, perdieron o nunca obtuvieron la ciudadanía canadiense. Muchos casos fueron resueltos en reformas previas en 2009 y 2015, pero aún existen personas que quedaron fuera de esos cambios.
El Proyecto de Ley C-3 busca también restaurar la ciudadanía a estos canadienses y sus descendientes, incluyendo aquellos nacidos en el extranjero en la segunda o más generaciones, y quienes perdieron la ciudadanía por el antiguo artículo 8 de la Ley de Ciudadanía.
Medida provisional en curso
Mientras el proyecto es discutido por el Parlamento, el gobierno mantiene una medida provisional para las personas afectadas por el límite de primera generación. Esta medida sigue disponible a través del sitio web de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC).
Conclusión
El Proyecto de Ley C-3 representa un paso significativo hacia una ciudadanía más justa, inclusiva y moderna. Al reconocer las realidades de las familias canadienses en el extranjero y corregir errores históricos, Canadá reafirma su compromiso con los derechos de sus ciudadanos sin importar dónde hayan nacido sus hijos.
